Una tarde de sol en el Jardin du Trocadero

agosto 30, 2016 París, Francia

5 de Mayo del 2016 y el sol resplandecía.. la primavera era hermosa en la ciudad de las luces y las calles olían a flores y a café humeante recién hecho gracias a las exquisitas cafeterías que se encontraban por cada esquina de la ciudad. No había planes concretos, solo caminar, gastar las suelas de nuestros zapatos y disfrutar del calor de Mayo que nos envolvía junto con la mejor compañía: mi mamá y mi amiga de Rumania, mi hermana del corazón.
Hacía unos días que habíamos vuelto, una vez más, a París y yo todavía no podía creerlo. La nube en la que solía flotar cada vez que pisaba esa maravillosa ciudad seguía ahí.. arrastrándome con cada paso. Mi sonrisa solía brillar, mi pelo se veía más brillante y me dejaba crecer las uñas.. cuando uno está feliz, irradia felicidad a través de todo su cuerpo. Estar allí siempre me había hecho resplandecer de un modo diferente.

Recuerdo el sol abrazándome la piel, mi mochila de cuerina sobre mi espalda y mis ansias de comerme el mundo más fuertes que nunca. Mis pies estaban desesperados, más corriendo que caminando por volver a ver a Madame Eiffel desde la esplanada de Trocadero, y mi sonrisa se ensanchaba con cada paso que mis pies hacían a lo largo del Metro de París.
No recuerdo más que el sol y el cielo azúl mar a través de mis pupilas, cegándome por completo junto con la Señora Eiffel que, como siempre, nos recibía más bella que nunca. Los turistas nos rodeaban allí por donde mirásemos, París estaba lleno de vida y no con la calma embriagadora que nos había envuelto el invierno pasado. Los colores brillaban de un modo diferente, los árboles habían florecido con sus flores de color blanco y rosa, y Ella que nos observaba elegante como siempre desde lo alto haciendo que cayéramos una vez más en esa realidad que siempre veíamos tan lejana en nuestros pensamientos.

Cuando llegamos a Trocadero la temperatura debía de estar por tocar casi los 30 grados, las fuentes de agua danzaban salpicando una pequeña brisa de agua fresca y la gente se amontonaba con pequeñas cestas de picnic y sus respectivas mantas a lo largo del Jardin du Trocadero que se encontraba bajando las inmensas escaleras de la explanada principal. Y recuerdo que, casi sin poder evitarlo, después de comprar un par de gaseosas junto con nuestros Hot dog fromage nos sentamos bajo la sombra de un árbol con una de las mejores vistas del lugar, pero lejos de toda la multitud. Era increíble, podíamos observar a Madame Eiffel entre los árboles mientras disfrutábamos de un almuerzo atípico en la mejor compañía, mientras sonreíamos al darnos cuenta de dónde nos encontrábamos. Aún al terminar nuestro almuerzo, no podíamos movernos del lugar que nos ataba como un imán, así que nos quedamos allí sin más.. observándola a Ella que nos sonreía cada vez que una Polaroid salía de mi cámara. Supongo que las horas pasaban, pero nosotras no nos dábamos cuenta, no necesitábamos de ningún reloj que nos marcara la hora.

Ahora comprendo que el tiempo te da algo, antes de quitártelo. Con cada segundo que pasaba no paraba de agradecer el poder estar ahí, acumulando esos instantes especiales que más tarde se recuerdan, esas pequeñas cosas que te hacen feliz. Ahora entiendo por qué uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.. cuando uno se hace mayor se da cuenta de que lo que llamamos felicidad es solo la suma de momentos bonitos, y éste sin duda iba a ser una vez más inolvidable.

5 de Mayo del 2016.




11 comentarios

  1. Lo cuentas tan bonito que hasta me da envidia... Tantos detalles ayudan a imaginarlo muy bien y la verdad es que no pintaba mal.
    Un besito.

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  2. si que te has enamorado de la ciudad, si xD me gustaría sentir eso pero aun sigo buscando un sitio al que 'pertenecer'
    el año que viene tengo planeado ir con una amiga a visitar París, espero que pueda ser ^^
    bye~~

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  3. Cuentas con tanto amor tus recuerdos que me llenas de magia <3 Viajar es una de las mejores cosas de la vida!

    ibeatforlove.blogspot.com

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  4. Hola!
    Nos cuentas todo tan detallado que parece como si estuviera ahí viendo todo en segundo plano. Me alegra mucho que hayas tenido tan agradable experiencia.
    Besos

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  5. Puedo afirmar que he llegado, sin lugar a dudas, a un lugar muy agradable en el que permanecer con una buena taza de café a mi lado. Tu manera de contar las cosas hace que simplemente te quedes leyendo e imaginando cada situación, no sabes lo que me alegra haber encontrado este blog :)

    Muy de acuerdo con la conclusión a la que llegas, en este espacio de tiempo en el que vivimos acumulamos y recolectamos cientos de recuerdos y los buenos nos maravillan a veces de tal manera que es inevitable volver a los lugares, las canciones o incluso a las personas que nos los recuerdan.
    Un abrazo, espero seguir leyéndote
    Beatriz

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  6. Que bello Samantha, me encanto :)
    Cariños linda!
    www.glowcher.com

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  7. como siempre consigues que me imagine viviendo tu situacion
    hermoso
    un beso
    Ainhoa de Infinity life

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  8. amo tu blog! me encanta como escribis!
    saludos!

    lilasdemontmartre.blogspot.com

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  9. Hola!
    Impresionante como lo contás. Y es verdad, la vida no es el tiempo que respiramos y existimos, sino los momentos inolvidables que quedan grabados en el corazón y en la memoria.
    Espero que llenes mil valijas de recuerdos inolvidables.
    Saludos!

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